"La vio un poco triste y la besó fraternalmente, más ella se volvió, mordiéndole en la boca debajo de la oreja y, una vez más, recurrieron al entretenimiento que acorta las horas y arrastra los cuerpos a lograr fácilmente el placer amoroso." "No me guarda rencor por lo que hice ni por lo que no le hice, ¡Pobre criatura! En fin, ha pasado lo más fastidioso... ¿Es que, a menudo, una primera noche es este magullamiento, este semiéxito, semidesastre?." Colette S.