Arte, es una de esas cosas que no se entienden hasta que dejas que te invada, ya sea como espectador o como creador; cuando ya te invadió te das cuenta de que jamás terminas de comprenderlo del todo. Por eso, definir qué es arte, es una misión perdida, sólo se tiene la montaña de sensaciones que a veces hasta conmociona y hace falta dejar caer en su lugar. En mi caso, ha sido el teatro el tipo de arte que más me ha atrapado, sin olvidar la música, la literatura y demás. Me gusta el teatro por la libertad que te da, porque teatro es jugar; porque es un arte tan efímero como la vida misma y porque a pesar de la rapidez con la que pasa, nos hace enfrentarnos a lo que somos, nos burlamos de nosotros mismos: nos deja vernos, tal y como somos. Les podría escribir un pergamino de todo lo que el teatro representa en mi vida, pero el teatro no se lee… Se vive. A mí el arte me cambió y me salvó la vida, me dio otro modo completamente diferente de percibir el mundo, la vida. Capacidad de sorpre